El legado es la protección de la historia y la fe
Para DUDA, una corporación familiar fundada en 1926, el legado está en la sangre de la compañía.
DUDA cree que el legado implica un equilibrio entre el ahora y el futuro, al mismo tiempo que hay que tener presente el pasado. La compañía tiene más de setecientos empleados, algunos de los cuales son miembros de la familia Duda. La propiedad de la compañía se extiende a la quinta generación con miembros de la familia de tercera, cuarta y quinta generación involucrados en las operaciones de la compañía, y una sexta generación en camino.
“La protección no se trata solo de la tierra, sino de la historia, la fe, las personas, nuestros empleados y nuestras comunidades”, dice Bart Weeks, director de operaciones, quien describe la administración de la compañía que ha contribuido a su legado. “La protección está en la naturaleza de un negocio multigeneracional. Es corporativa con una llamada a la más alta moral”.
A lo largo de los años, la fe cristiana y la integridad comercial han permanecido en el centro de la compañía, el propósito declarado del negocio es “multiplicar y compartir las bendiciones de Dios”.
Cuando la familia Duda se estableció en Florida, eran una de las familias fundadoras de la Iglesia Luterana de St. Luke. Como iglesia, los miembros se reunieron durante veinte años antes de tener un pastor. Durante este tiempo, cada familia se turnaba para liderar los servicios dominicales. Hoy en día, las reuniones religiosas se realizan no solo en la iglesia, sino también en la sala de juntas.
“Las reuniones de la junta comienzan con una devoción y una oración. Siempre”, describe Susan Duda Hanas, miembro de tercera generación de la familia, quien se desempeña como la primera presidenta de la junta. “Intentamos llevar nuestros pensamientos al lugar correcto desde el principio”.
La historia es importante para la familia Duda y la compañía. Andrew Duda emigró a los EE. UU. desde Eslovaquia en 1909 en busca del “sueño americano”. Finalmente se estableció en el centro de Florida y, en 1926, Andrew y sus hijos John, Andrew y Ferdinand crearon A. Duda & Sons. Al principio, eran agricultores de apio, pero los tres hijos tenían pasión por comprar tierras, lo que llevó a la diversificación del negocio.
La tercera generación siguió los pasos de sus padres y diversificó aún más las tenencias agrícolas de la compañía mediante la compra de tierras de cultivo en California y Texas, y la adición de negocios de césped. Mientras que su abuelo pensaba que la compra por parte de sus hijos de la tierra pantanosa del condado de Brevard, que usaban para ganadería, era posiblemente uno de los errores más grandes que habían cometido sus hijos, la tercera generación visualizó un plan. Convertirían esta área en una comunidad planeada estratégicamente conocida como Viera, que en eslovaco significa fe. Este esfuerzo de desarrollo comunitario condujo a una mayor diversificación en bienes raíces, eventualmente agregando negocios de construcción de viviendas a la lista de emprendimientos a los que DUDA se dedica.
“Como familia multigeneracional, estamos creciendo y evolucionando, por lo que es importante comprender nuestra realidad actual. Es diferente de la realidad de nuestros padres. Aplicar las mejores prácticas a la forma en que nos relacionamos con nuestro negocio familiar es necesario para el éxito futuro”, dice Donna Duda, directora de Comunicaciones Corporativas y Relaciones Familiares, sobre la influencia y la importancia de la participación familiar.
Para abordar esta necesidad, se formó en 2004 el Consejo Familiar de DUDA. Conformado por 11 familiares elegidos por la familia, actúan como representantes para tomar decisiones relacionadas con la familia, investigar y estudiar el pensar general de la familia, y tomar decisiones con respecto a asuntos familiares relacionados con la compañía.
“La palabra que uso para describir el Consejo Familiar de DUDA es conexión. Consideramos que nuestro trabajo principal es conectar a la familia entre nosotros, con el negocio que poseemos juntos y también con nuestro legado compartido”, dice Stacy Mello, miembro de la cuarta generación de la familia, presidenta del Consejo Familiar de DUDA y gerenta de Ranchos y Recursos de Duda Ranches.
Actualmente con 212 familiares en el negocio, tanto descendientes directos como cónyuges, y la propiedad dividida entre familiares de tercera, cuarta y quinta generación, la conexión familiar es importante y necesaria. La familia Duda fomenta la conexión en dos eventos anuales, uno en enero enfocado en la reunión anual de accionistas y otro en el verano enfocado en el desarrollo. En estos eventos, los miembros de la familia se conectan entre sí, aprenden sobre el negocio que tienen juntos, aprenden sobre su historia y legado, y marcan la diferencia a través de proyectos filantrópicos.
Como primera presidenta del Consejo Familiar de DUDA y la última familiar de tercera generación involucrada en el negocio, Susan Duda Hanas ha visto a la generación de su padre, a su generación y ahora a la próxima generación asumir roles de liderazgo en la compañía. Cree en el futuro, en la importancia de que una vez que la próxima generación se convierta en los líderes, los líderes salientes deben hacerse a un lado y dejar que los siguientes tomen sus propias decisiones.